Modelos que fueron un fracaso

En la historia del automóvil existen grandes éxitos que han llevado hasta la cima a sus fabricantes. Sin embargo, existen modelos que han fracasado estrepitosamente. Hoy vamos a repasar algunos de ellos.

8. Renault Vel Satis

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Un fracaso de Renault, el fabricante francés allá por 2001, concibió este modelo siguiendo la línea vanguardista que estaba iniciando en aquella época y que seguiría posteriormente con el Avantime. Concebido para sustituir al Safrane, una berlina inusual y que se atrevía a desafiar a la gama Premium. Tras 8 años de recorrido el proyecto fue descontinuado, tras poco más de 60.000 unidades producidas. Se estima que Renault perdió en torno a 1.200 millones de euros.

7. Audi A2

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Que una gran marca de éxito como Audi fracase de tal forma siempre es noticia. El A2 generó un agujero en la marca de aproximadamente 1.350 millones. Se estima que con cada A2 vendido, Audi perdió unos 7.500 €.
Pero aunque el fracaso fue grande también fue un modelo revolucionario que por ejemplo, utilizaba materiales como el aluminio que solo se utiliza en modelos de muy alta gama.

6. Renault Laguna

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Y volvemos a hablar de Renault. La tercera entrega del Laguna ha sido un rotundo fracaso. El fabricante galo ya tiene sustituto para 2015, porque el actual Laguna sólo ha podido vender 30.00 unidades al año en todo el mundo. Traducido en cifras: 1.500 millones de euros en pérdidas totales, y unos 3.500 euros por unidad vendida.

5. Bugatti Veyron

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¿Un coche de 1 millón de euros que es un fracaso financiero? Pues aquí está el ejemplo. El coche de los 1001 cv da perdidas pero estas ya estaban presupuestadas por el Grupo VW, que trata al modelo como si fuese un laboratorio tecnológico. Aunque se estimaron unas ventas de 100 unidades al año, actualmente se cierran en 40, que ya suponen unas pérdidas totales cercanas también a los 1.700 millones de euros.

4. Mercedes Clase A

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Hablamos evidentemente de la primera y segunda generación del Clase A, el pequeño monovolumen de la estrella. Fue el primer tracción delantera de la marca, tuvo un costoso desarrollo y, para colmo, el desagradable incidente de su vuelco en el test del alce, que acabó de lastrar su maltrecha imagen. Se vendió entre 1997 y 2011, y se calcula que cada unidad vendida suponía cerca de 1.500 euros en pérdidas. En total, unos 1.710 millones de agujero.

3. Peugeot 1007

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Nació como un pequeño monovolumen de 3,73 m, diseñado por Pininfarina e ideal para la ciudad por su práctico concepto de espacio: tenía, no sólo fila trasera corredera, sino incluso puertas laterales deslizantes eléctricas. Lo tenía casi todo para triunfar… pero puede que no llegase en el momento justo. Incomprendido y caro (tanto de producción como de venta), estuvo en el mercado entre 2004 y 2009. De una estimación de ventas de casi 200.000 unidades al año, el primer vendió sólo 75.000… y de ahí para abajo. Bernstein asegura que cada unidad supuso 15.000 euros de pérdida, para un total de casi 1.900 millones de euros.

2. Fiat Stilo

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Bernstein lo deja claro en su informe: “El público no quería una versión italiana de un coche alemán”. Esa fue la conclusión del fracaso del Stilo, un compacto con el que Fiat aspiraba a atacar al rey del mercado, el Volkswagen Golf. Su plan era tan ambicioso que la marca esperaba vender al año casi 400.000 unidades, y la realidad fue que, ni en sus mejores años, superó las 180.000. Con cada unidad vendida, Fiat perdió casi 2.800 euros: es decir, 2.100 millones totales entre 2001 y 2010.

1. Smart ForTwo

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Hablar de pérdidas en la industria es hablar, cómo no, de Smart. La idea, gestada inicialmente por el dueño de Swatch, la compró Mercedes y creyó poder con ella: desarrollar un urbano de verdad. El informe de Bernstein, desde aquí, señala dos problemas: el primero, producirlo en una nueva fábrica en Francia que, aunque cerca de todos los proveedores, tenía costes muy elevados; el segundo, desarrollarlo como si de un Clase S en miniatura se tratase, incluyendo una célula de seguridad en materiales composites o propulsión trasera. A ello, nosotros añadimos otro: por aquel entonces se asistía al vuelco del Clase A, y Mercedes se vio obligada a reorientar sus niveles de seguridad, añadiendo a posteriori un complejo y muy efectivo sistema de control de estabilidad y tracción. El resultado no pudo ser otro: desde 1998, la marca supuso a Mercedes unas pérdidas totales 3.350 millones de euros (más de 4.500 euros por cada unidad vendida). Ahora, con el anuncio de un inminente nuevo Smart que compartirá plataforma técnica y de construcción con el Renault Twingo, Mercedes intentará dar la vuelta a la tortilla.

Fuente: autopista.es

@23MarioMD

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